La Música del Común de Izalco
Datos de Interés.
Ubicación: Izalco. |
Datación: Siglo XX. |
Fiesta: Todo el año. |

Otra faceta importantísima de toda cultura es sin duda alguna, su expresión artística musical. Para el caso que nos ocupa, el Común de Izalco es el legítimo heredero de un legado cultural que a nivel nacional destaca de manera muy significativa. Nuestros ancestros encontraron en la naturaleza que tanto veneraban, su más íntima inspiración; imitando sus sonidos le rendieron culto y también ambientaron las ceremonias a sus deidades, por medio de instrumentos rudimentarios. Y desde luego, esta manifestación cultural siempre estuvo ligada a la danza con la que también rendían culto a la tierra y por ello no nos extrañe que cuando danzaban, lo hicieran erguidos con la mirada hacia el suelo; nuestros ancestros sacaban a flote sus sentimientos y devociones más íntimas con esta mezcla de expresión humana, donde una resultó ser desde siempre, el complemento de la otra. Siendo consecuentes con la historia, en cuanto a la migración desde México hacia el occidente de nuestro país, para nada debe extrañarnos que haya sido el núcleo pipil más grande e importante, representado por el Común de Izalco, una de las etnias con mayor riqueza musical autóctona a nivel nacional.
Caracoles, quijadas de burro, piel de venado y otros animales, bambú, obsidiana, troncos, etc., fueron la materia prima que nuestros abuelos utilizaron para emitir sonidos y que fueron parte en la guerra, ceremonias, fiestas, luto, es decir, en su vida. Al llegar los conquistadores se quedaron sorprendidos al constatar las habilidades musicales, que incluía la construcción e interpretación de muchos instrumentos, especialmente de viento y percusión. "En las culturas prehispánicas, los instrumentos musicales tenían la capacidad de hablar en el lenguaje de los dioses; podían evocar animales, objetos y sucesos de la realidad", plantea un estudio sobre el tema. Lastimosamente, se perdieron en el tiempo todos los tesoros musicales nativos de la zona, ya que los conquistadores y misioneros inmediatamente tras el Contacto, consideraron que los rituales y similares que desde luego incluían a la música y la danza, eran aberrantes y por ello se empeñaron en "matar" toda expresión cultural relacionada con estos asuntos; para ello, trajeron sus propios instrumentos, como la guitarra, la mandolina, el violín, el acordeón y el organillo e inmediatamente, los incorporaron al proceso de evangelización a fin de "sanar" la música y la danza, dándoles "un sentido más decente".
A este respecto, Escalante Arce en su Códice de Sonsonate, apunta: "Todos los indios de su Natural son flemáticos y juntamente ingeniosos, aprienden con facilidad quanto ven de los españoles, y cualquier oficio, que consiste en arte: Los más son cantores, y diestros en todo género de instrumentos músicos, chirimías, flautas, sacabuches, vaxones, cornetas, órganos hechos de muchas cañas juntas muy curiosos, y de ingenio, que usan para celebrar con más solemnidad el oficio divino; todos los Casiques, y principales aplican sus hijos para el servicio del culto divino de que se precian, y honran mucho". SIC Como vemos, a todas luces esta vez el comentario es mucho más benevolente, ya que da la sensación de que, nuestros abuelos emplearon "sin mayor resistencia" sus dotes musicales en la nueva religión, teniendo éxito y proveyendo al cristianismo su aporte muy singular, ya que se produjo un estilo musical mixto que se mantiene hasta hoy. Imaginémonos, los grandes problemas que hubo en la aplicación del nuevo arte, debido al inconveniente del idioma. Al legado instrumental de nuestros ancestros pertenece el tambor, el sacabuche o zambumba, las sonajas, los pitos de caña, la quijada de burro y otros de los que haremos especial mención.
El pito y tambor son de los pocos instrumentos que aún hoy sobreviven; instrumentos infaltables en el diario vivir de nuestros pueblos. Actualmente, el Común de Izalco ambienta con su sonido muchas de sus actividades: procesiones y cualquier acontecimiento de importancia donde se hace presente el Señor Alcalde del Común y su comitiva. En este arte sobresalieron los recordados Víctor Cushte, Eulogio Musto, Gonzalo Tigüin, Isidoro Andrés Culina, Rafael Calmo, Rafael Siguachi, Juan Antonio Tula, entre otros tantos. Y especialmente, en Cuaresma y Semana Santa por muchos años fue Ángel Celestino Misto Tepata -"fafá"- quien con su tambor anunció el paso o velación de Jesús Nazareno. Preocupante es ver cómo los jóvenes del Común no se interesan por aprender, lo que hace suponer que al faltar el pequeño remanente que aún queda, con ellos se terminará esta riqueza cultural. Otro de los instrumentos autóctonos que sobrevivió al "plan español", fue el Tepunaguaste -llamado también Teponahuastle o Teponaztli-. El instrumento era tallado del tronco de un árbol de cualquier madera fina, pero que fuera sonora; es hueco y cilíndrico; posee dos lengüetas abiertas y angostas, una más larga que la otra, las que, al ser golpeadas con 2 palillos, dan un sonido característico. La memoria colectiva recuerda a Eulogio Musto, quien ejecutó el citado instrumento a mediados de los años sesenta del siglo pasado. Un artículo publicado por CONCULTURA: Un informe municipal de Dolores Izalco correspondiente al 18 de agosto de 1859 es referido por el historiador Jorge Lardé y Larín y habla de una tradición que coincide marcadamente con el actual "baile del tingo".
Ahora hablaremos del instrumento "alma" de las fiestas del Común de Izalco, que con su sonido muy peculiar ha alegrado a los izalqueños desde tiempos inmemoriales: La Marimba de Arco. Sepamos que el origen de la marimba es desconocido; algunos lo atribuyen al continente africano, otros lo suponen de Asia debido a la similitud con el Pong Lang de Tailandia, el Mokin japonés, el Gamelan bailanés y algunos instrumentos musicales de Indonesia y Filipinas; hay quienes la creen originaria del Amazonas. Hasta hoy, la teoría más aceptada es la que plantea el origen africano; la mayor evidencia de esto radica en que existen instrumentos muy antiguos con características muy similares a la marimba, como el "RONGO" de Angola y el "Balafón" en Senegal y la "Amandina" en Uganda. Sin embargo, recientemente se han encontrado pruebas de que este instrumento ya era ampliamente conocido por los Mayas, por lo que al momento del Contacto los europeos lo encontraron ampliamente difundido. No tenemos que viajar muy lejos para darnos cuenta de la tremenda importancia que tiene tal instrumento en la hermana Guatemala. De las primeras marimbas que se tiene conocimiento, se registra la existencia de la ancestral "Marimba de Aro o Arco", consistente en un teclado de madera de hormigo, colocado sobre un marco de madera con un cincho de tela que le servía al ejecutante para "colgársela" y poderla así usar en forma portátil; algunas tienen calabazas o tecomates que le servían de cajas de resonancia.
Buscando información sobre su usanza e historia en Izalco, tomamos rumbo Sur y tenemos el gran placer de ser recibidos por el ahora muy bien recordado Felipe Antonio Musto Culi, el último exponente del arte musical de marimba "propio" del Común de Izalco. Aclaramos que hoy día, existen marimbistas jóvenes que amenizan las fiestas de las Mesas Altares, pero para el caso Toño Musto, es "el último de los marimbistas viejos", por lo que, al escuchar su arte notamos inmediatamente "el toque único" que sólo él podía entregarnos con su marimba. Ganador de muchos premios nacionales, nuestro amigo viajó por todo lo ancho de la República llevando el sonido singular de su marimba; también ha hizo grabaciones de sus interpretaciones.
Aprovechando la ocasión, tenemos una larga charla, quien muy dispuesto nos narra eso que muchos ignoramos pero que, con estas líneas pretendemos dar
a conocer. Don Toño, cuénteme su historia: "mi papá nunca me enseñó a tocar la marimba; mientras él iba a trabajar al campo yo, a escondidas y
curioseando fui aprendiendo. Cuando tenía 14 años y sin permiso de él, me iba a las cofradías a escuchar lo que en aquellos tiempos tocaban los
"maishtros diantes". Me acuerdo de Ramón Turish, Antonio Velado, Francisco Tespan, Julián Tespan, Pedro Musto y Mauricio Musto, ellos eran grandes
músicos y tocaban "cabal" como es la tradición; yo siempre uso 4 bolillos y prefiero las marimbas puestas en Do Menor”.
Me acuerdo de que cuando tenía 15 años tuve el primer chance de tocar oficialmente para una cofradía y fue donde La Virgen de los Remedios. Gran
compromiso porque siempre fue una de las fiestas más grandes y no podía equivocarme porque los viejos eran bien estrictos con la música. El Mayordomo
era Rosalío Tunte; esa vez, me gané mis primeros 10 pesos, eso se ganaba al día. Entonces se tocaba desde las 8 de la mañana del día de la “Vela”
hasta el amanecer y el resto del día oficial. Uno se desvelaba en esto de la tocada. El grupo siempre se ha compuesto de 3 músicos además de la marimba,
es costumbre el acompañamiento de una guitarra y un guitarrón. Recuerdo a Jesús Pintín, Juan Tensun, Cipriano Sagüin, Alfonso Tigüin y Jerónimo Abrego
como mis antiguos acompañantes. Lo que muchos no saben es que en la cofradía no se toca cualquier pieza solo por tocarla, cada una se toca en su
momento según la tradición".
Y al oír esto, de inmediato le interrumpimos y le pregunto: ¿Cómo debe ser el programa musical Don Toño? y sonriendo me responde: "Le voy a decir,
para que les cuente a los que no saben... mire, la piezas son éstas y se debe respetar ese orden:
1. Serenata (dedicada al Santo-a, para iniciar la fiesta).
2. El Mayordomo (dedicada a la cabeza de la Mesa Altar y quien debe bailar con su mujer).
3. De Camino (para recibir las "Entradas").
4. Las Comadres (con esta pieza se inicia el baile de los visitantes).
5. El Panadero (si falta ésta, NO SIRVE LA FIESTA).
6. Las Chapinas.
7. Las Cortinas.
8. El Barreño.
9. La Huacalada (para el “brindis” o talagüashtazo).
10. Sueños a María.
11. Teletempe.
12. Las Guacalchías.
13. El Quilite.
14. La Feria de las Flores.
15. Cinco Milpas.
16. El Torito Pinto.
17. Flor de las Flores.
18. Indita Mía.
Hay otras más, pero éstas son las más importantes y tradicionales."
Narraba que antes era la tradición que, llegado el grupo musical a la fiesta de la cofradía, el Mayordomo-a los recibiera otorgándoles un litro de
licor, el cual se lo tomaban "por traguitos", para "agarrar temple y aguantar las largas jornadas". Y agregaba: "todo eso se acabó, las fiestas de hoy
no son ni la sombra de lo de antes; la gente iba a bailar largas horas a las fiestas. CUANDO NO TENGO SUEÑO Y ME CUESTA DORMIRME, VIENEN A MIS
RECUERDOS MIS TIEMPOS, TODAVÍA VEO EN MI MENTE A LOS VIEJOS DE ANTES BAILANDO EN LAS FIESTAS DE LAS MESAS ALTARES... PERO ESO NO VOLVERÁ MÁS".
Y no podemos cerrar el presente artículo sin antes citar lo que muy acertadamente, la recordada y reconocida etnofonista apuntara sobre este fenómeno,
que poco a poco muere ante nuestros ojos: "Si el indio no poseyera facultades musicales, no hubiera podido efectuarse en el país ninguna combinación
de estilos; y entonces los aborígenes, todo lo más, repetirían servilmente lo que oyeron de los españoles". María de Baratta.
EL PANADERO
Una melodía muy popular y para este caso propia Izalco, es “El Panadero”. Como han dicho los estudiosos: un baile único, delirante y adorador.
Esta es una actividad infaltable en todas las fiestas de cofradía del Común; tiene su música de marimba original y actualmente, se baila aún sólo
entre mujeres. El hombre solicita a la compañera a bailar con él, colocándole su sombrero; al comenzar el baile, se ven frente a frente y se saludan
con una breve inclinación de su cuerpo. Toman rumbos distintos y describen giros acompasados y lentos. El hombre va erguido y la mujer pone su cabeza
ligeramente inclinada sobre su hombro derecho y con los brazos arcados sobre su cintura. Se vuelven a encontrar y al final, la mujer devuelve el
sombrero. Las estrofas de su letra son las que siguen:
Que se cirna el panadero
Que se cirna con afán
Porque está caliente el horno
Y se me chamusca el pan.
En la esquina de mi casa
Estaba una barbería
Con razón los hombres dicen:
“de tal palo, tal astilla”.
Que me saquen a … (Acá se nombra directamente, a la mujer que se desea ver bailar). Ella simula vergüenza, dice ¡No!, pero realmente desea hacerlo con
todo su corazón, porque es su baile, es su cultura, es su herencia ancestral. Sigue el canto:
Que la quiero ver bailar
Que haga cuanto yo le mande
Y en todo, gusto me ha de dar.
Que me la dejen solita
Ha salido a bailar
La rosa con el clavel;
La rosa de rama, perla
Y el clavel ha de recogerla.
Estas estrofas eran cantadas en otros tiempos, por alguien del Común, quien poseía las habilidades del canto, que era pausado, acorde al ritmo de la
legendaria marimba. No terminamos sin apuntar que El Panadero, es un claro ejemplo de la incorporación de la cultura europea a la nuestra, ya que
el baile en pareja no existía en nuestros pueblos; fue hasta mediados del siglo XVIII tras el mestizaje, que las danzas en parejas comenzaron a
popularizarse en nuestra cultura autóctona.
El Carbonero |
Las Comadres |
El Panadero |
La Chapina |
El Mayordomo |
El Talaguashtazo |
El Barreño |
El Torito Pinto |
Las Cortadoras |
Pénjamo |
Indita Mía |
Las Guacalchías |
Las Cortinas |
Flores a María |
Teletempe |
Flor de las Flores |
El Quilite |
Cuatro Milpas |
Sueños a María |
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