El Camarín del Señor
Datos de Interés.
Ubicación: Templo de Jesús Nazareno. | Datación: Siglo XX. |
Fiesta: Cuaresma y Semana Santa. |

"Antes cuando todo era más sencillo, El Señor no tenía tantos lujos, era bien humilde... Un par de túnicas y un palio eran todas sus cosas, el
camarín, si lo hubiera visto usted... ni señas a lo de hoy". Alejandro Leme González.
Y tal como narran los más longevos del pueblo Jesús Nazareno, el consentido de los izalqueños, el que es seguido por todas partes, el que es
perfumado, vestido y ataviado por distintas clases sociales, el venerado, el celosamente custodiado, en fin, el ícono devocional de todos, tiene
en sus orígenes si bien bastante inciertos, características que no dejan lugar a la duda: proviene de "aposentos humildes", y esto lo caracterizó
por muchos años hasta mediados del siglo XX, cuando su cofradía comenzó a experimentar una evolución en todo sentido.
Para ese entonces, el Señor dejó de andar errante con su Mesa Altar en los distintos recintos humildes de sus mayordomos para así, asentarse en el corazón de su barrio de san Sebastián y hoy goza de un abolengo sin precedentes. Sobre lo anterior, se narran muchas historias de la sobriedad de su cofradía y enseres y de cómo era "buscado por toda clase de gentes", en los patios que ocultaban los ranchos que le sirvieron de techo. La bien recordada Rosa Lidia de Tensun, narraba con mucha nostalgia: "Cuando yo estaba bien cipota, me acuerdo de que al Señor yo lo iba a cuidar a los ranchos... Todo era bien humildito. Él, estaba adentro de su antiguo camarín, que no era más que un cajón de madera, colocado sobre una tarima bien bajita, para que no tocara el suelo. El camarín tenía un vidrio para proteger al Señor y uno lo veía así, paradito sobre su petate, con sus manitas como lo vemos hoy, con su corona y resplandor; antes me contaba mi tío Chano Galina, que los señores de más antes le ponían su lazo de plata también. A un lado, estaba la insignia de la cofradía, y las gentes le ponían florcitas humildes. Eso era todo, nada de lujos".
Y efectivamente, esta historia la repiten a cuantos hemos abordado en el tema. Pero con la formación de la Hermandad, de inmediato surgieron los cambios y como sabemos se construyó El Templo. Aún en sus primeros días, la imagen nazarena se mantuvo durante cierto tiempo dentro del camarín narrado por nuestra estimada izalqueña; estos cambios trajeron “las ideas modernas” y así terminó ese episodio y se mandó construir un camarín "formal" de madera para resguardar de mejor manera al Señor. Este nuevo camarín sufrió modificaciones, debido a que se incorporó la Imagen de la Santísima Virgen y a los años, las de san Juan y santa María Magdalena. Pero a pesar de que ahora se trataba de un mueble mucho más acorde a las circunstancias, todavía mostraba "humildad" en su diseño. Y es que debemos señalar que pasaron más de 20 años desde la construcción del Templo, en los que aún "los señores" eran los que decidían los asuntos del Señor. Tanto así, que se mantuvo la postura tradicional de exponer al Señor dentro del camarín, lo que aún hoy se respeta.
A finales del siglo pasado, se hizo una "remodelación" pensando en adecuarlo aún más y se le incorporó partes de cemento y un nuevo diseño de sus puertas. Pero, aun así, no llenaba las expectativas acordes al nivel de veneración, entorno religioso y demás. Siempre hizo falta "salir de lo sencillo" y hacer algo más simbólico e iconográfico. Había que mejorar aún, pero no llegaba el espacio y principalmente la idea que impulsara tal cometido. Así llegó el 2015, con la inquietud de años pensada y la Divina Providencia por fin otorgó el espacio y tras años de culto y veneración, Jesús Nazareno cuenta hoy con un camarín que llena las expectativas que tanto tiempo hicieron falta. El joven izalqueño y excelente artesano, Eliseo Zacapa, fue el artífice convocado para realizar esta muy significativa obra.
Zacapa: "Hoy, 21 de noviembre es para mí, como devoto del Señor y María Santísima un día muy especial y uno de los más importantes de mi vida.
Este día, hago entrega oficial a mi pueblo, de este humilde esfuerzo donde he puesto todo mi afán y devoción. Recuerdo cuando Junta Directiva me
convocó a una reunión de trabajo y ellos me hicieron saber de su idea y entusiasmo por realizar este proyecto. Tuve muy claras sus palabras: Eliseo
ya es tiempo que las cosas mejoren, nosotros estamos muy claros en que las cosas del Señor deben ser lo mejor posible y hemos pensado en tu talento
para realizar esta idea". La fecha 21 de noviembre de 2015 quedó grabada en la memoria histórica de la Hermandad; en acto especial el nuevo camarín
fue bendecido frente al pueblo y así por fin se había alcanzado un objetivo claramente planteado. El trabajo se realizó con "lámina de repujar",
hábilmente trabajada por el joven izalqueño quien describió su trabajo:
"Les presento una obra basada en símbolos ornamentales con mucha vegetación: todo ambientado en la idea cristiana y tradicional de nuestro pueblo.
Por ello, observamos uvas como símbolo del vino dador de vida y no pueden faltar las letras iniciales de esta querida institución, HJN para mejor
identificación a nivel nacional e internacional. En los pilares observamos los ornamentales, donde destaca nuestra "Flor de las 11" y hojas. En la
parte central, hacia arriba, algunas formas que incluye la Aureola de Jesús Nazareno, en este caso, una rosa con una cornucopia, símbolo de la
fortuna y la prosperidad que el Señor nos da, cuando se lo pedimos de corazón. En un lugar preferencial, he colocado una Custodia de estilo barroco,
ya que como sabemos, nuestro Señor ha sido Consagrado en la Santa Eucaristía y Ella lo representa.
Por lo tanto, es la parte más importante de todo
el trabajo. En los pilares observamos querubines, quienes con su presencia nos dicen que Jesús reina en los Cielos; hemos colocado la emblemática
mariposa que vemos posarse en su hombro cada Semana Santa como su prendedor principal; también observamos partes del Cíngulo del Señor y figuras
de su Resplandor. Vemos también, el símbolo universal de la ciencia Médica, ya que Él es, el Médico por excelencia, el que nunca nos falla, el
que oye nuestras súplicas durante la Cuaresma y Semana Santa, cuando bendice nuestros hogares y durante el resto del año, cuando venimos a este
lugar en busca de su auxilio. Los cascabeles que observamos son símbolo de la expulsión de los males, que están muy relacionados con las creencias
de mi pueblo. En la zona de las sacras Imágenes de la Pasión, también he colocado cornucopias, partes de la Corona y Resplandor del Señor y flores
de la región en alto relieve, con un medallón que representa el sufrimiento de Cristo. Para nuestra Santa Madre, hay un medallón con azucenas que
son símbolo de la pureza y perfección como lo es Ella. Así mi humilde arte para mi amado Nazareno".
Esta obra de arte que ahora gozamos los izalqueños, cuyo proceso duró 2 meses de arduo trabajo, tuvo varias etapas: tomar medidas, calcar plantillas, inflar y rellenar, pulir y montar ya en el lugar. La última fase, consistió en colocar pana roja, para cubrir las paredes internas y que todo luzca como hoy. Previo a todo esto, también se mejoró significativamente la iluminación que se tenía, por una de mejor calidad. Mario René Herrera, Felipe Amado García, Carlos Ama y Joaquín Ramos fueron parte del equipo de trabajo; son izalqueños de corazón, que sin su ayuda no hubiera sido posible culminar esta obra en los tiempos estipulados. Ahora y para culminar nos planteamos las preguntas que muchos izalqueños avanzados en años se hacen: ¿Será que aún y así, con este nuevo recinto tan digno suyo, todavía se escapará por las noches, a bañarse al río Shutiac, como lo ha hecho desde siempre en uno de sus misterios más bellos e históricos entorno a Él? ¿Se mojará la pana colocada, como antes pasó con las paredes internas del camarín, debido a su cabello mojado tras regresar del río a "escondidas"? Ya veremos. Así, las cosas.